Aquí os exponemos unos cuánto mitos o creencias que la gente tiene sobre el tratamiento farmacológico del TDAH, y que sin embargo son falsos.
MITOS DEL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO:
- MITO 1: "El Tratamiento del TDAH deber ser primero sin medicación, y si no mejora se puede usar medicación, porque los fármacos son peligrosos."
Según afirman algunos expertos, el tratamiento del TDAH debe incluir 3 partes:
1) entrenamiento a los padres sobre el TDAH y cómo manejar aspectos de la conducta del niño,
2) apoyo y adaptación a nivel escolar
3) además es imprescindible un tratamiento médico con una medicación que ayude a mejorar los déficits en neurotransmisores en algunas zonas del cerebro.
Es evidente que el TDAH no se debe tratar solamente con medicación, se deben hacer diversas actuaciones para que el niño pueda desarrollarse favorablemente en su día a día, pero en muchos casos, la medicación es esencial.
Hay varios tipos de medicinas que han demostrado su eficacia en el TDAH aprobadas para su uso, como por ejemplo los estimulantes y las medicaciones no estimulantes. Estas medicaciones son todas de primera elección en la mayoría de las guías clínicas basadas en la evidencia elaboradas por expertos. La elección de una u otra medicación debe hacerse de forma individualizada.
En todo tratamiento con medicación hay una fase inicial para alcanzar una dosis adecuada, una fase de mantenimiento, donde la respuesta adecuada inicial se ha alcanzado, y una fase de perfeccionamiento, donde se hacen retoques y se atienden problemas emergentes, o nuevos síntomas. La colaboración entre el médico y los padres es esencial en las tres fases.
En todo tratamiento con medicación hay una fase inicial para alcanzar una dosis adecuada, una fase de mantenimiento, donde la respuesta adecuada inicial se ha alcanzado, y una fase de perfeccionamiento, donde se hacen retoques y se atienden problemas emergentes, o nuevos síntomas. La colaboración entre el médico y los padres es esencial en las tres fases.
Hay muchos mitos sobre métodos mágicos que pueden mejorar el TDAH pero que no tienen ninguna base científica. Estos "tratamientos" se suelen ofrecer en consultas privadas con gran coste de tiempo y dinero para los padres, y sensación de fracaso para el niño.
No existe evidencia de que métodos como oir música de diferentes tonos para la reeducación auditiva mejore radicalmente el TDAH. Tampoco los ejercicios de entrenamiento y reeducación de la lateralidad cruzada ni el biofeedback de EEG. Las dietas sin azúcar y sin colorantes no curan el TDAH. Los tratamientos homeopáticos como agua magnetizada, hierbas de diferentes tipos, acidos grasos Omega-3 tampoco han demostrado eficacia.
No por ser naturales, estos remedios son buenos, y generalmente su eficacia no ha sido demostrada científicamente. Sin embargo, sí que se ha demostrado científicamente que el uso de medicamentos proporcione una mejoría. Por lo que el uso dual de medicamentos, junto con otros remedios mencionados anteriormente sí que es beneficioso, y no separadamente.
No existe evidencia de que métodos como oir música de diferentes tonos para la reeducación auditiva mejore radicalmente el TDAH. Tampoco los ejercicios de entrenamiento y reeducación de la lateralidad cruzada ni el biofeedback de EEG. Las dietas sin azúcar y sin colorantes no curan el TDAH. Los tratamientos homeopáticos como agua magnetizada, hierbas de diferentes tipos, acidos grasos Omega-3 tampoco han demostrado eficacia.
No por ser naturales, estos remedios son buenos, y generalmente su eficacia no ha sido demostrada científicamente. Sin embargo, sí que se ha demostrado científicamente que el uso de medicamentos proporcione una mejoría. Por lo que el uso dual de medicamentos, junto con otros remedios mencionados anteriormente sí que es beneficioso, y no separadamente.
Es un falso mito que el metilfenidato produzca adicción., Aunque químicamente el metilfenidato es similar a la anfetamina, a dosis normales en TDAH y por vía oral no produce efecto de euforia.
El metilfenidato, al tratar el TDAH, de hecho reduce el riesgo de que el niño en el futuro abuse de drogas, porque disminuye su impulsividad. Sin embargo, dosis altas de metilfenidato podrían causar efecto euforizante.
Por ello si se usa en chicos con problemas de abuso de drogas o alcohol, debe hacerse con control cercano, ya que tienen un alto riesgo de hacerse adictos.
Por ello si se usa en chicos con problemas de abuso de drogas o alcohol, debe hacerse con control cercano, ya que tienen un alto riesgo de hacerse adictos.
El efecto de los estimulantes sobre el crecimiento ha sido una preocupación de padres y médicos durante años y ha sido muy estudiado.
Algunos estudios han mostrado una reducción de la ganancia esperada de altura en los primeros 3 años de tratamiento, aunque la significación clínica de éstos datos es difícil de valorar.
Otros estudios encontraron una menor talla de los niños con TDAH tratados con estimulantes a los 18 años, pero no encontraron diferencias más tarde, porque los adolescentes con TDAH completaron su desarrollo un poco más tarde, y alcanzaron tallas similares a los controles.
Algunos estudios han mostrado una reducción de la ganancia esperada de altura en los primeros 3 años de tratamiento, aunque la significación clínica de éstos datos es difícil de valorar.
Otros estudios encontraron una menor talla de los niños con TDAH tratados con estimulantes a los 18 años, pero no encontraron diferencias más tarde, porque los adolescentes con TDAH completaron su desarrollo un poco más tarde, y alcanzaron tallas similares a los controles.
En estudios donde se interrumpía el metilfenidato los fines de semana y en vacaciones no se observó ninguna ventaja en el crecimiento, por lo que no se recomienda parar el tratamiento los fines de semana ni en vacaciones. La talla y el peso deben monitorizarse de cerca, y en aquellos niños que pierden peso o no ganan peso adecuadamente se pueden usar suplementos energéticos y calóricos.
(Dr. Cesar Soutullo, Director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente, Clínica Universitaria de Navarra.)
Mitos y falsas creencias de los adolescentes:
- MITO 5: `Este trastorno que tengo va a suponer una sentencia y una limitación para toda mi vida`
Al llegar a la adolescencia, suelen mostrar sentimientos de rechazo, apatía y abatimiento debido a historial de fracasos, al gran número de barreras con las que topan tanto en el entorno escolar como social y familiar, a fracasos académicos, a no ser capaces de cumplir los objetivos y esta situación les genera sentimientos de desolación ante el futuro.
Debemos hacerles conscientes de sus debilidades y sus fortalezas, para que descubran con que cualidades positivas cuentan, que oportunidades de futuro tienen delante y que pasos deben dar para alcanzar pequeños objetivos vitales (cambio de rutinas, nuevos hábitos, nuevos hobbies, deporte y actividad física, actitud positiva ante el estudio o trabajo, mejora comportamental con sus familiares y personas más cercanas, de modo que empiecen a experimentar que a medida que introducen pequeños cambios en su vida el entorno también se vuelve más facilitador.
Desmentir este mito es muy importante para su desarrollo ya que muchos adolescentes se sienten tan mal, que incluso pueden rechazar la medicación y las ayudas que se les proporciona.
Debemos hacerles conscientes de sus debilidades y sus fortalezas, para que descubran con que cualidades positivas cuentan, que oportunidades de futuro tienen delante y que pasos deben dar para alcanzar pequeños objetivos vitales (cambio de rutinas, nuevos hábitos, nuevos hobbies, deporte y actividad física, actitud positiva ante el estudio o trabajo, mejora comportamental con sus familiares y personas más cercanas, de modo que empiecen a experimentar que a medida que introducen pequeños cambios en su vida el entorno también se vuelve más facilitador.
Desmentir este mito es muy importante para su desarrollo ya que muchos adolescentes se sienten tan mal, que incluso pueden rechazar la medicación y las ayudas que se les proporciona.
- MITO 6: `La medicación me va a actuar como una droga y va a producir cambios en mi personalidad`
Explicarles la necesidad de la medicación en cada caso. Como actúa, cuáles son sus beneficios, que consecuencias esperables pueden encontrar, los riesgos de combinar la medicación con otras sustancias así como alterar las dosis por su cuenta y dejarles claro que la medicación actúa sobre aquellos aspectos disfuncionales como la atención, la capacidad atencional, la estabilidad emocional y ésta no altera su personalidad, ni cambia el carácter de la persona.
(Sara Ortega Tapia, Neuropsicóloga de Fundación CADAH.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario