La comorbilidad en psiquiatría infantil y del adolescente es muy frecuente, aproximadamente el 50% de los niños con TDAH presentan por lo menos un trastorno psiquiátrico comórbido. Los malos tratamientos y las detecciones no precoces pueden aumentar el riesgo de padecer otros trastornos.
TDAH Y TRASTORNOS DE LA CONDUCTA DISRUPTIVA (TCD)
Cuando hablamos de trastornos de la conducta disruptiva incluimos el trastorno oposicionista-desafiante (TOC), el trastorno disocial (TC) y otros trastornos de conducta no especificados.
-Trastorno oposicionista-desafiante:
Es el trastorno más frecuente en el TDAH, un 40% de los casos. Se caracteriza por mostrar conductas como enfados muy fuertes, hostilidad, rencor y desafiar a la autoridad.
Factores :
-Alteración de las relaciones sociales.
-Problemas familiares.
- ¡Retraso en la intervención farmacológica y psicosocial!
Tratamiento:
En los casos de TDAH con TOD asociado se suele utilizar el (MTF) para mejorar los síntomas del TDAH y además en ocasiones ayuda a mejorar los síntomas disruptivos, pero no siempre. Lo aconsejable es añadirle al tratamiento con MTF algún tratamiento conductual o medicamentos estabilizadores del humor para reducir la agresividad e impulsividad del niño.
-Trastorno disocial:
El trastorno disocial presenta conductas como la agresión tanto a animales como a personas, destruir la propiedad, robos, engaños, provocación de peleas y violación de las normas sociales y los derechos de los demás. Los casos de TC en pacientes con TDAH suele ser de un 20-50% en niños y 44-50% en adolescentes.
Tratamiento:
Los casos de pacientes con TDAH y TC asociado suelen ser tratados con dos tipos de tratamientos, el farmacológico y el psicosocial.
TDAH Y TRASTORNOS DE ANSIEDAD:
Los trastornos de la ansiedad suelen perjudicar en la vida social y familiar del niño y en su rendimiento escolar, y además pueden desembocar en un trastorno depresivo cuando son adultos. Suelen tratarse con tratamientos psicológicos como técnicas de relajación, terapias familiares, terapias conductuales, etc.
Aproximadamente el 40% de los niños con TDAH padecen al menos un trastorno de ansiedad, tales como miedo a dormir solos, preocupación excesiva por la salud de los suyos, etc. Los niños con TDAH tiene un riesgo tres veces mayor de padecer estos trastornos y es más frecuente que lo padezcan niñas que niños.
Tratamiento:
En general se inicia el tratamiento del TDAH con un psicoestimulante y con frecuencia este tratamiento suele disminuir la sintomatología ansiosa ya que el niño empieza notar mejoría en cuanto a la sociabilización y el ámbito académico. Aunque esto no siempre es efectivo y en ocasiones aunque el TDAH mejore su ansiedad empeora y en ese caso hay que emplear los tratamientos y técnicas psicológicas mencionadas anteriormente. En ocasiones la sintomatología ansiosa puede frenarla impulsividad del TDAH y le permite al niño pensar más sus actos y tener menos conductas de riesgo.
TDAH Y TRASTORNOS DEL HUMOR
-Trastorno depresivo:
Los pacientes con trastornos depresivos suelen padecer síntomas tales como la apatía, tristeza, aburrimiento, soledad, irritabilidad, alteraciones del sueño y estos afectan a las relaciones sociales y al rendimiento académico. El número de pacientes con TDAH que sufren un trastorno depresivo es aproximadamente de un 38%, mucho mayor que el de niños sin TDAH.
La comorbilidad con estos trastornos se suele dar más en adolescentes y estos trastornos empeoran el pronóstico del TDAH, provocando muchas complicaciones.
Tratamientos:
En cuanto a los casos de TDAH y trastorno depresivo asociado suele utilizarse el tratamiento psicoestimulante ya que suele mejorar las conductas depresivas, al igual que en los trastornos de ansiedad el niño nota su mejoría.
En el caso de que los síntomas depresivos sigan apareciendo pero sean leves que no alteren a la vida cotidiana se opta por utilizar un tratamiento de psicoterapia conductual. Pero si persisten o se trata de síntomas más graves se debería emplear un antidepresivo ISRS, son los más efectivos en niños y adolescentes y los que menos efectos secundarios provocan.
La depresión en niños y adolescentes
puede llegar a ser una enfermedad grave,
y está muy infradiagnosticada. No hay que olvidar el dato de que la depresión es la
principal causa de suicidio tanto en niños como en adultos así que debe ser diagnosticada
y tratada de forma adecuada y precoz.
-Enfermedad bipolar:
Los pacientes que padecen la enfermedad bipolar sufren algunos síntomas depresivos asociados a maníacos. La manía se caracteriza por la impulsividad, disminución del sueño, agitación e irritabilidad. Aunque también puede manifestarse con una sensación de bienestar extremadamente grande, buen humor, euforia, grandiosidad e interés elevado por la sexualidad.
La bipolaridad esta infradiagnosticada ya que su diagnostico presenta dificultades.
La relación entre TDAH y enfermedad bipolar es complicada ya que muchos de los síntomas son iguales. Pero en el caso de la bipolaridad los síntomas son más intensos y suelen asociarse a la agresividad en cambio los niños con TDAH manifiestan una agresividad más verbal y de menor intensidad. Hasta el 20% de los niños con TDAH presentan bipolaridad, mientras que en la población normal la bipolaridad no es apenas frecuente.
Tratamiento:
La respuesta del tratamiento es menos en cuanto la asociación de estos dos trastornos, menos del 20% presenta una recuperación total.
El tratamiento es muy complicado y siempre debe estar bajo el control de un psiquiatra infantil. Se suelen emplear tratamientos para estabilizar el humor y si el humor es estable empezar con un tratamiento psicoestimulante, pero solo si el humor es estable, no ha de presentar síntomas maníacos.
TDAH Y TRASTORNOS DE TICS
Los tics son movimientos o vocalizaciones involuntarios, rápidos, arrítmicos, bruscos y reiterados. Estos suelen empeorar hasta la adolescencia donde comienzan a mejorar.
Tanto el TDAH y los tics evolucionan independientemente y no afectan uno al otro ni a su curso clínico.
Tratamiento:
Anteriormente había polémica con los tratamientos psicoestimulantes y los tic pero actualmente aseguran que la presencia de un trastorno por tics no afecta al tratamiento con estimulantes. pero muchas veces el MTF empeora los tics y se requiere disminuir la dosis y asociar otro fármaco que disminuya los tics o alternativas como la atomoxetina, aunque lo conveniente es derivar al psiquiatra infantil.